Que no engañen los ceros en su cuenta corriente ni ser uno de los hombres más poderosos del mundo, porque detrás de esa abultada fortuna no hay una estrella de caprichos carísimos sino un humilde joven que mira mucho el precio a la hora de decidir en qué se gasta el dinero.
Él a sí mismo se define como una persona "comedida" en cuanto a gastos y reconoce: "Probablemente voy a comprar ropa una vez al año y me dura para mucho tiempo". Debe ser que gran parte de sus modelitos son prestados.
No es un chico materialista pero sí tiene los pies en la tierra a la hora de confesar que aunque el dinero no da la felicidad, sí que "ayuda a conseguirla", señalaba en la web Showbiz Spy.
Otra faceta suya desconocida es que a pesar de vivir una ajetreada vida marcada por los dictámenes del cine y la música y bajo el ritmo desenfrenado de grandes ciudades, el joven se siente muy apegado a sus raíces, en concreto, al del sitio que le vio nacer: Tennessee. De hecho, incluso se ha parado a pensar cómo le gustaría ser enterrado y ha señalado ese lugar para que reposen sus restos.
Esperemos que por lo menos sea comedido a la hora de gastar y no para dejar propina, porque no es lo mismo ser ahorrador que tacaño.
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