Al menos 31 personas murieron en Siria en la última oleada de violencia, especialmente en choques entre hombres armados que presuntamente abandonaron el Ejército y las tropas leales al presidente Bashar el Asad, dijo el lunes un grupo activista.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos indicó que la cifra de muertos del domingo incluyó a 17 miembros del Ejército y las fuerzas de seguridad y a 14 civiles, muchos de ellos en la ciudad de Homs, donde se volvieron a escuchar intensos disparos de artillería el lunes.
La campaña militar de Asad contra los manifestantes que desde hace seis meses piden su renuncia dejó 2.900 muertos, según Naciones Unidas, y desató una oleada de sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea. La ONU también buscó una resolución contra Damasco.
Los ministros de Relaciones Exteriores de la UE elogiaron la creación de un Consejo Nacional opositor como un "paso positivo" y pidieron a otros países que hagan lo mismo.
Damasco advirtió el domingo que podría tomar represalias contra cualquier Estado que reconozca formalmente al organismo.
"Tomaremos duras medidas contra cualquier Estado que reconozca este consejo ilegítimo", dijo el ministro de Asuntos Exteriores Walid al-Moualem en una rueda de prensa en Damasco el domingo, desatando una respuesta de la cancillería francesa al día siguiente.
"Las autoridades sirias se equivocan al pensar que las amenazas, la intimidación o los asesinatos les van a permitir que el pueblo sirio o aquellos que apoyan sus deseos legítimos de libertad y democracia, se queden callados", declaró el portavoz Bernard Valero.
A pesar del comunicado de la UE el lunes, aún hay pocas señales de que el bloque de 27 naciones se apreste a reconocer al consejo, como hicieron muchos países con los rebeldes libios que luego derrocaron a Muamar el Gadafi.
Siria dice que está lidiando con grupos terroristas apoyados por el extranjero a los que acusa por la muerte de 1.100 soldados y efectivos de seguridad. Los medios internacionales están vetados en el país, lo que dificulta confirmar las versiones de las autoridades y los activistas.
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