lunes, 10 de octubre de 2011

La cumbre del G-20 se centrará en la crisis deuda zona euro-UE



La crisis de deuda de la zona euro sería el centro de la cumbre de líderes del grupo de las 20 mayores economías desarrolladas y emergentes del mundo (G-20) a inicios de noviembre, ante la preocupación por la peligrosa propagación que podría producirse al resto del mundo, dijeron el lunes altos cargos de la Unión Europea en una carta.
Pero el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el titular del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, afirmaron en una carta a otros líderes de la UE que la cumbre, que se llevará a cabo el 3 y 4 de noviembre en Cannes, Francia, debería discutir también los riesgos para el crecimiento global procedentes de Estados Unidos y las economías emergentes.
"Europa estará en el centro de atención de la cumbre de Cannes", indicó la misiva de Barroso y Van Rompuy.
"La percepción de nuestros socios del G-20 es que si Europa no resuelve su crisis de deuda soberana, habrá peligrosos contagios sobre la economía global. Necesitamos demostrarles que la Unión Europea está decidida a hacer lo que sea necesario para superar las dificultades actuales", dijeron ambos líderes de la UE.
Agregaron que muchos de los desequilibrios económicos que existían antes de la crisis de deuda de la zona euro aún persisten, apuntando a lo subvaluada de la moneda china y la falta de ahorro en Estados Unidos.
"Por lo tanto, necesitamos asegurar una discusión equilibrada de los numerosos riesgos sobre la economía global, incluyendo aquellos procedentes de Estados Unidos y de las economías emergentes. Todos los países deben hacer una contribución", señaló la carta.
Los líderes europeos reiteraron su llamamiento a que los ministros de Finanzas de la región tracen una hoja de ruta para expandir la cesta de monedas que actualmente conforma la moneda artificial del Fondo Monetario Internacional, los Derechos Especiales de Giro (DEG).
Algunos responsables creen que los DEG podrían convertirse en la nueva moneda de reserva mundial, lo que reduciría la dependencia del dólar.
Si la cesta de monedas pasara a incluir al yuan chino, las autoridades estiman que el Gobierno chino podría estar más interesado en permitir que su moneda se aprecie, lo cual ayudaría a reducir los desequilibrios económicos mundiales.
A la UE le gustaría discutir además en la cumbre del G-20 la posibilidad de dar al FMI más y mejores herramientas para lidiar con países bajo crisis sistémicas, junto con debatir si el organismo posee suficientes recursos para tales intervenciones.

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