La Princesa del Pop está dispuesta a volver a lucir esa figura que enamoró a toda una generación y ha decidido apostar por el deporte para conseguirlo. Su gran sacrificio además será la dieta ya que tendrá que renunciar a una de sus grandes pasiones: la comida basura.
"Hacer ejercicio es algo espiritual, te ayuda a que tu cuerpo y tu mente estén conectados. Así que sí, creo que es muy importante preocuparte por tu salud en ese sentido", afirmaba a la web Us Weekly.
La cantante además ha confesado que ahora en su rutina diaria no puede faltar, por lo menos, unos minutos de ejercicio para no descuidar su estado físico.
"Entreno todos o casi todos lo días. Corro mucho en la cinta cuando estoy en algún hotel cuando estoy de gira, levanto un poco de peso y hago cardio", comenta Brit.
El problema de Spears no es otro que su extrema adicción a la comida hipercalórica. Le gusta tanto, que no se para a pensar que le puede pasar una gran factura a su cuerpo.
Uno de los miembros de su equipo detalló al portal: "Ella no piensa en las calorías de la comida, simplemente porque le gusta. Le encanta la comida grasienta y los dulces con nata y odia la fruta y la verdura".
Tal vez por eso haya sido necesario cortar de raíz esos caprichos y haber iniciado un régimen de 1.600 calorías diarias. Todo sea para que esos malos hábitos comiendo no vuelvan a jugarle una mala pasada como la vivida durante su gira Circus durante la cual llegó a engordar más de seis kilos por no cuidar lo que comía.
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